Dia 9.
Nos encontramos en el ecuador de nuestro viaje y empezamos el descenso de las tierras altas de Islandia no sin antes visitar la iglesia de Grafarkirkja en las afueras de Hofsós (5km).
Construida en 1834, es una de las 5 iglesias de paredes de turba que permanecen de pie en Islandia y ésta es la más antigua y pequeña.
Aunque está situada en un terreno privado se puede visitar de forma pública
El paisaje sigue cautivándonos como el primer día, entre caballos que pastan libres a su libre albedrío avanzamos siguiendo la línea de la costa.
A medida que nos movemos, vemos como la diversidad natural de sus paisajes nos regala en todo momento esplendidas vistas de sus praderas de roca volcánica y playas de arena negra.
Llegamos al mágico Hvítserkur, al borde de la península Vatnsnes, visita obligada si decides visitar al norte de Islandia. Esta formación geológica, de unos 15 metros, fue formada por magma volcánico hace miles de años y moldeada por el viento y el agua hasta darle la extraña forma que tiene hoy en día y en la que, desde algunos ángulos, se puede apreciar claramente la figura de un rinoceronte o un bisonte bebiendo del mar.
La leyenda cuenta que esta roca es un troll paralizado por los rayos del sol del amanecer cuando intentaba destruir el monasterio cristiano de Thingeyrar.
Hvítserkur significa “camisa blanca”, dicho nombre se debe a la gran cantidad de deposiciones de las aves que habitan por la zona que han ido coloreando la gran formación geológica.
En esta zona no hay mucha oferta turística, pero a pocos metros tienes una Granja Hostel que alquila habitaciones (Ósar HI Hostel).
Recomendación: No te pierdas los espectaculares atardeceres de sus playas.
Dia 10.
Salimos de Hvítserkur en dirección a Kirkjufell, en la península de Snæfellsnes, un largo recorrido (220 km) donde podremos seguir recreando la vista a través de sus solitarias carreteras y fantásticos paisajes.
Por su carácter más apartado e inhóspito dejamos atrás Vestfirðir, una de las ocho regiones islandesas y la más ubicada al noroeste del país, la única zona de Islandia que no visitaremos en nuestro viaje.
Kirkjuffel es una montaña de origen volcánico situada en Grundarfjörður, en la península de Snæfellsnes, y una de las imágenes más representativas de Islandia junto a su cascada Kirkjufellsfoss.
Esta pequeña y encantadora cascada se encuentra cerca de la impresionante montaña y para los amantes de la fotografía es una de las más apreciadas para capturar la claridad de la caída de sus aguas con la luz del sol de medianoche, o en invierno, para combinarla con las auroras boreales.