Iniciamos un recorrido con imágenes de los sitios mas característicos de nuestro viaje por Islandia.
Nuestro primer post esta dedicado a la primera parte de la Península de Snaefells, una especie de estrecho brazo que la isla estira hacia el oeste. En el extremo de ella se encuentra el volcán Snaefells, con su enorme glaciar es por el que se introducen en el busca del centro de la Tierra en la novela de Julio Verne.
Se trata de uno de los lugares mágicos del planeta, por la energía que alberga, y no es de extrañar que alguna secta lo haya elegido para recibir a su mesías, los extraterrestres o el día del fin del mundo.
El primer punto de nuestro recorrido empieza poco antes de llegar a Hellnar, en Búdir, una pequeña aldea en los campos de lava Búðahraun en Staðarsveit que se encuentra en la punta más occidental de la península de Snaefellsnes donde Hraunhafnará cae al mar. Esta localidad es mencionada por Julio Verne como punto de partida para iniciar el viaje al centro de la Tierra.
El lugar más destacado es su famosa iglesia negra (Búðakirkja), considerada monumento nacional. Esta iglesia perdida es un oasis de espiritualidad en mitad de un paisaje casi primigenio.
Acércate hasta aquí para disfrutar de la auténtica calma y ver los modestos tesoros del templo, con una campana fechada en 1672 o unos candelabros y un cáliz con más o menos la misma solera.
Tierra volcánica, volcanes nevados y el mar acompañan a el pequeño núcleo urbano de Budir, compuesto apenas por un hotel, su restaurante, alguna casita suelta y esta pequeña y vieja iglesia, que data de 1703.
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