Islandia está de moda, todo el mundo quiere visitar este fantástico país, pero ¿sabes cuáles son los mejores sitios que debes conocer y con menos turistas?
En esta entrada desvelaremos algunos sitios, que aunque son bastante visitados, no tienen tanta afluencia de gente como en la primera lista publicada. Aun así son lugares que debes visitar si o si en tu aventura por esta isla.
Empezamos…
En la península de Snæfellsnes, cubierta por pequeñas piedras negras llamadas Djúpalónsperlur o perlas de Djúpalón que se han formado por la interacción de las fuerzas del mar y el viento. En la playa hay restos del barco pesquero The Epine (GY7) que naufragó allí la noche del 13 de marzo de 1948. En las peculiares formaciones rocosas que se encuentran en la orilla, podemos apreciar cuatro rocas sobre las que los marineros demostraban su fuerza con el fin de ser contratados para trabajar en los barcos.
Situado en el Sureste, es el mayor glaciar de Europa en volumen (unos 3.000 km³) y ocupa más del 8 por ciento de la superficie total de Islandia, con unas dimensiones de unos 150 km de este a oeste y de unos 100 km de norte a sur.
Es una caldera volcánica de unos 10 km de diámetro con una larga zona de fisuras de 90 km. Su pico más alto alcanza los 650 msnm y tiene unos 2 km de profundidad. Desde 1977 el área de Krafla ha sido un importante recurso de energía geotermal. Krafla incluye uno de los dos cráteres volcánicos más conocidos de Islandia junto con Askja, Víti (en islandés víti significa infierno ya que antiguamente se pensaba que el infierno se encontraba bajo los volcanes). El cráter Víti es famoso por el lago verde que aloja.
Cerca de Mývatn. En este parque natural podemos visitar las tres impresionantes cascadas alimentadas por el río Jökulsá á Fjöllum (que nace en el glaciar Vatnajökull), Selfoss, Dettifoss (considerada la cascada más caudalosa de Europa) y Hafragilsfoss.
Por la ruta 54 hacia Langaholt. Ofrece una magnífica vista del misterioso glaciar Snæfellsjökull. En dias claros y soleados podemos disfrutar de unos espectaculares reflejos en sus lagos.
En el área de Grímsnes, con una caldera, de alrededor de 3000 años de antigüedad, está compuesta principalmente por roca volcánica roja (en vez de negra) como sucede con el resto de roca volcánica del área, y mide aproximadamente 55m de profundidad, 170m de ancho y 270m de largo.
Se encuentra en el extremo oeste de la playa de Reynisfjöru, a poca distancia de los acantilados del cabo de Reynisfjall. Un capricho natural de Islandia digno de las mejores postales viajeras. Se trata de una formación rocosa, de unos 120 metros de longitud, y que tiene un curioso arco bajo creado por la erosión marina de forma natural. El arco de piedra se eleva hasta los 120 metros de altura lo que permite una vista de las playas aledañas y del océano bravo que castiga esta zona de Islandia. Se puede contemplar las increíbles vistas de su faro, las playas de arena negra, los acantilados e incluso Vík y sus célebres Reynisdrangur.
En Vik la playa de arena negra volcánica premiada como una de las diez más bellas del mundo por la Islands Magazine en 1991. En ella podemos contemplar una enorme pirámide de columnas de basalto, además de sus famosos Reynisdrangar o trolls, formaciones rocosas que se encuentran al final de la playa.
En la playa de Sólheimasandur. La historia explica que el 24 de noviembre de 1973 un avión DC-3 de la marina de los Estados Unidos fue obligado a aterrizar debido a un grave problema mecánico. Todos los tripulantes del avión sobrevivieron gracias a la destreza del piloto y a la enorme playa de arena negra de este rincón perdido de Islandia.
En Öræfi, es un conjunto de fincas situadas en el municipio de Sveitarfélagið Hornafjörður cerca de glaciar Vatnajökull. Una visita obligada a su característica iglesia, que fue construida en 1883, la iglesia de césped más joven de Islandia. Desde 1951, pertenece al Museo Nacional de Islandia.